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Aquí buscaré aportar a nuestra asignatura algunos elementos de interés, tanto para docentes como para estudiantes liceales...

lunes, 11 de octubre de 2010

Investigamos sobre el lenguaje de nuestros adolescentes

El problema nos lo planteamos como futuras docentes de Idioma Español, pero además como jóvenes que observamos un cambio en el uso del lenguaje desde nuestra salida del liceo hasta ahora.  Elegimos el tema, entonces, por su relación específica con nuestra especialidad y por ser una exigencia del curso. Una vez que nos sumergimos en él nos surgen interrogantes por conocer más acerca del mismo y es por esto que intentamos buscar razones a priori que expliquen el fenómeno como por ejemplo los avances tecnológicos: el uso de internet, Facebook, Twitter, MSN. Éstos, han instaurado una nueva forma de comunicación que se adapta a lo que la sociedad nos impone, el zapping, la inmediatez; hacen que busquemos también la comodidad al escribir, es en el chat o mensajes de texto que observamos la mayor influencia de la oralidad en la escritura que es, además, propio de una franja etaria, con tendencia a extenderse a otras generaciones.  Desde nuestra posición de estudiantes podemos ver cierta evolución de la lengua, el principio de comodidad que se aplica a la evolución del latín clásico hasta el español moderno podríamos decir que se aplica ahora en estas nuevas formas de escribir.  Así como hoy en día tenemos como fuente del latín a los grafitis vemos que tal vez, en un futuro los “muros” de facebook sean de gran utilidad para estudiar las formas del español actual de los adolescentes.
à Estudios e investigaciones antecedentes

En la actualidad plantear el problema de la transición de la oralidad a la escritura es habitual en las disciplinas humanísticas. En este momento histórico podemos hablar de un retorno a la oralidad de la mano con las nuevas tecnologías, “oralidad secundaria”[1]. Naturalmente, esto se puede comprender de otras maneras: como fusión de la oralidad y la escritura, como surgimiento de una nueva forma de oralidad, como consecuencia de la generalización de las nuevas tecnologías de la palabra y de la imagen (la autopista de la información). Esta idea de la intervención de la tecnología en la cultura plantea cierta contradicción. Resulta que la gran clave de la evolución de las culturas humanas es una cuestión puramente técnica, una cuestión del medio de comunicación utilizado o, como dicen los lingüistas, del canal[2], el canal es el medio, no podemos negar la veracidad de esta afirmación en esta, nuestra, época de relativismo y escepticismo.
               
Ahora bien, podemos hablar de la escritura como una forma de tecnología, lo que nos hace considerarla como algo artificial, que surge para satisfacer una necesidad especifica y dar cuenta de que se vincula con el uso de determinados materiales.  La escritura manuscrita, ya fuera sobre piedra, tablilla, cuero, papel, u otros materiales (fuentes del latín vulgar como los grafitis), constituye sólo un primer momento. La imprenta, la televisión, el teléfono, la radio, la computadora son también formas de tecnologizar la palabra. Analizamos entonces cómo las diferentes tecnologías de la palabra impactan sobre las formas en que el ser humano se relaciona con el conocimiento, consigo mismo y con los otros. El auge de las nuevas tecnologías de la palabra parece haber dado un nuevo impulso a la oralidad.
               
La oralidad es anterior a la escritura, tanto en la historia de la humanidad como en cada individuo en particular. Saussure mismo afirma al respecto que la escritura es un complemento del habla oral, un código que sirve para transcribir lo que se dice[3]. Concebir a la escritura como superior a la oralidad es parte de la idea de que la escritura pertenece a sociedades “civilizadas”, “evolucionadas” y a individuos “cultos”, aunque, en sociedades con escritura las funciones que adquieren la oralidad y la escritura son complementarias, y de ahí que tengamos tan incorporada la idea de no escribir como hablamos, sino reflexionar acerca del uso de la lengua al momento de escribir.

àEl análisis crítico del discurso

Norman Fairclough propone un abordaje crítico del estudio del lenguaje que se cristaliza en la corriente denominada Análisis crítico del discurso el cual propone una concepción del discurso como práctica social. Ahora bien, ¿qué implica considerar al lenguaje como una práctica social? En primer lugar supone considerar al lenguaje como es, parte de la sociedad, y no como algo externo a ella. En segundo lugar, implica concebir al lenguaje como un proceso social, y en tercer lugar supone considerarlo condicionado socialmente por otras partes (no lingüísticas) de la sociedad.  (Fairclough, 1989)
La primera implicación supone que no hay una relación externa entre lenguaje y sociedad (como si fueran dos entidades separadas) sino que hay una relación interna y dialéctica entre ambos. El lenguaje es parte de la sociedad; los fenómenos lingüísticos son fenómenos sociales de un tipo especial, y lo fenómenos sociales son (en parte) fenómenos lingüísticos.

Los fenómenos lingüísticos son sociales desde el momento en que cuando las personas hablan, escuchan, escriben o leen, lo hacen en formas que están socialmente determinadas y que tienen efectos sociales. Por otra parte, los fenómenos sociales son lingüísticos dado que la actividad del lenguaje que ocurre en contextos sociales no es simplemente un reflejo de los procesos y prácticas sociales, sino que forma parte de esos procesos y esas prácticas.

La segunda implicación de considerar al lenguaje como una práctica social nos permite establecer la diferencia entre discurso y texto. Fairclough utiliza el término texto en el mismo sentido que Michael Halliday – tanto para textos escritos como para hablados (un texto hablado es simplemente lo que es dicho en una parte del discurso hablado) pero Fairclough lo utilizará generalmente para referirse a una transcripción escrita de lo que se dijo. Un texto es un producto más que un proceso –un producto del proceso de producción de texto. Pero Fairclough utilizará el término discurso para referir al proceso total de interacción social del cual el texto es solo una parte. Este proceso incluye además del texto el proceso de producción del cual el texto es un producto, y el proceso de interpretación, para el cual el texto es un recurso. El análisis del texto es correspondientemente solo una parte del análisis del discurso, que también incluye el análisis de los procesos productivos e interpretativos. Las propiedades formales de un texto pueden ser consideradas desde la perspectiva del análisis del discurso por un lado como huellas de los procesos productivos, y por otro lado como claves en los procesos de interpretación.

Sin embargo, el proceso de producción e interpretación ser completado si se ignora la forma en la cual están socialmente determinados, lo cual nos lleva a la tercera implicación de ver el lenguaje como una práctica social: esto es estar condicionado por otras partes no lingüísticas de la sociedad. Los recursos cognitivos que la gente pone en juego para producir e interpretar textos son generados socialmente, y su naturaleza es dependiente de las relaciones sociales – así como también son transmitidas socialmente y, en nuestra sociedad, distribuidas desigualmente. No es solo la naturaleza de estos recursos cognitivos lo que está socialmente determinado, sino también las condiciones de su uso.

En resumen, Fairclough sugiere que las condiciones sociales determinan los recursos cognitivos que la gente trae para la producción e interpretación, y a su vez determinan la forma en que los textos son producidos e interpretados.

El discurso implica condiciones sociales de producción y condiciones sociales de interpretación. Estas condiciones sociales, se relacionan con tres niveles diferentes de la organización social: el nivel de la situación social, o el entorno social inmediato en que ocurre el discurso; el nivel de la institución social que constituye una matriz más amplia para el discurso; y el nivel de la sociedad como una totalidad. Si consideramos al lenguaje como discurso y como práctica social, no nos limitamos solamente a analizar textos, ni solamente a analizar procesos de producción e interpretación, sino que analizamos las relaciones entre textos, interacciones y contexto.


àInfluencias de las TIC

En los últimos veinticinco años la informática y demás tecnologías de la información y la comunicación (TIC) fueron entrando paulatinamente en nuestras vidas. Computadoras, redes telemáticas (Internet es una red telemática) y celulares, entre otros, han transformado hábitos y costumbres, en particular en lo que se refiere a los modos de comunicación.

El teléfono, el correo y el telégrafo dominaron la comunicación interpersonal a distancia durante la mayor parte del siglo veinte, complementados por el télex y el fax. La expansión de Internet (en particular el correo electrónico y las diferentes modalidades de chat) y la telefonía celular representó no sólo un incremento de los canales disponibles sino también una transformación cualitativa, al introducir una nueva percepción del tiempo y el espacio.

La facilidad y rapidez para contactarse con otras personas que permiten las TIC ha propiciado un aumento en la frecuencia de las comunicaciones que, a menudo, favorece el establecimiento y consolidación de lazos personales y profesionales. La propiedad que tienen los medios digitales de permitir la comunicación simultánea entre muchos interlocutores (de modo sincrónico y/o asincrónico) permite la aparición y multiplicación de redes sociales formadas por personas con intereses comunes que viven en lugares diferentes (conocidas habitualmente como “comunidades virtuales”)

Asimismo estos nuevos canales de comunicación a distancia reintrodujeron la comunicación escrita como modalidad habitual de comunicación entre pares, con especial incidencia entre niños y jóvenes. Ello en un contexto sociocultural inclinado al uso extendido e intensivo de imágenes.

Es habitual que desde diferentes sectores vinculados con la educación y el mundo académico surjan voces alertando contra el deterioro del lenguaje escrito que, advierten, impulsan los modos de escritura utilizados en los chat y programas de mensajes instantáneos, en los weblogs o bitácoras electrónicas (modalidad de sitio web de fácil edición y publicación de uso extendido entre adolescentes y jóvenes) y en los mensajes de texto de los celulares, inicialmente teléfonos y hoy verdaderos aparatos multifuncionales de comunicación (teléfono, reproductor y grabador de música, agenda, mensajería y buzón electrónico, cámara de fotos y video, etc.)

Con el uso de los nuevos medios digitales, el vocabulario se empobrece, se pierden las normas de sintaxis y no se respeta la ortografía, lo cual, se afirma, pone en riesgo la riqueza de nuestra lengua y la capacidad de escribir de niños y jóvenes que utilizan estas modalidades de comunicación.



Bibliografía:


*Almeida Filho, J.C.P (1993)- Dimensoes comunicativas no encino de línguas. Campinas: Pontes.
*Calsamiglia, H. y Tusón, A. (2002) Las cosas del decir. Manual de análisis del discurso. Barcelona: Ariel.
*Cochran-Smith, M.y S. Lytle, (1993)- Inside/outside. Teacher Research and Knowledge. New York & London: Teachers College Press.
*De Heredia, C. (1989) “Do bilingüismo ao falar bilingüe”. En Vermes, G.y J. Boutet (eds.) Multilingüismo. Campinas: Pontes.
*Duranti, Alessandro y Charles Goodwin (1992).             Rethinking context. Language as an interactive phenomenon. Cambridge Univ. Press, Cambridge. (cap.1: Rethinking context: an introduction).
*Erickson, F. (1986)- “Métodos cualitativos de investigación sobre la enseñanza”. En Wittrock, M. (1991) La investigación en la enseñanza. Barcelona: Paidós.
*Fairclough, Norman [1989] (2001) Language and power. London, Longman. (cap. 3: Discourse and power).
*Gabbiani, Beatriz e Irene Madfes (2006) Conversación y poder. Análisis de y consultorios. FHCE, Montevideo.
*Goffman, Erving [1959] (1989) La presentación de la persona en la vida cotidiana. Amorrortu interacciones en aulas
Editores, Buenos Aires.
*Gumperz, John (1982). Discourse strategies. Cambridge Univ. Press, Cambridge. (cap. 2: The sociolinguistics of interpersonal communication).
*Omaggio, A. (1986)- Teaching Language in Context. Boston: Heinle& Heinle.
*Parret, Herman (1988) Enunciacâo e pragmática. Editor da UNICAMP, Campinas.
*Pit Corder, S. (1973) Introducing Applied Linguistics. Harmondsworth: Penguin Books.




[1] Tal como lo plantea Walter Ong en su investigación.
[2] La función fática de Roman Jackobson.
[3] Ferdinand De Saussure “Curso de lingüística general”.

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